martes, 26 de abril de 2011

Sinfonía negra

Eva colgaba sus muertos de la ventana
para que el aire lamiera los rostros
preñados de cicatrices
Ella miraba esos rostros y sonreía
mientras el viento empujaba sus senos
hacia la noche agusanada
Una orgía de aromas sacudía el silencio
donde ella se deseaba a sí misma
y entre suspiros y adioses
un grillo ciego desmalezaba
sus antiguos violines
Nadie se acercaba a Eva
cuando daba de mamar a sus muertos
la cólera y el frío
se disputaban su adolescencia
el orgasmo daba paso al horror
el deseo a la sangre
y pequeñas criaturas violentas
despegaban de su vientre
poblando los amaneceres
de luto y de pesadillas
Luego
cuando todo quedaba en calma
y las sombras por fin
regresaban a su origen
Eva guardaba sus muertos
besándolos en la boca
y dormía desnuda sobre ellos
hasta la próxima luna llena




Mario Meléndez

sábado, 16 de abril de 2011

La eterna liturgia

La palma que se lleva la mano
la mano que se lleva el cuerpo hasta el abismo
la más vulgar de las hazañas
el suicidio
extirparte a ti mismo
de ti

El exterminio
la absoluta negación
la anegación del no
el no
la nada
el fin

La palma que se lleva la mano
la mano que se lleva el cuerpo hasta el abismo
el abismo
sin ti

viernes, 15 de abril de 2011

Los sentidos

Habitáis en mi mirada y os comprendo
me dejáis
alguna que otra prueba de que existo
y lo agradezco.
No os conozco
cuando decís que podéis ayudarme
no es el modo de acercaros
si tratáis de ser honestos
no es la forma de enfrentarme a la verdad.
Esperaba
que esto hubiera sido diferente
pero lleva oliendo mal desde hace mucho
y lo mucho que ahora huelo
es lo poco que me olía cuando era pronto.
Y lo siento.
Y ahora siento
que no me agarré a tiempo.
No me agarré a tiempo.
Y estas cosas no suceden porque sí.
Sucedieron los momentos decisivos
y dejé pasarlo todo
y todo dejó de pasar
hasta quedar consumido
emanando el olor que ahora merezco.
No estoy loco
sólo estoy un poco ciego
quiero ver las cosas que no existen
y hago fuerza contra el mundo.
Y respiro.
Me desmayo de la angustia
y me choco contra todo lo que quiero
y no puedo.
No quería
que quedara este regusto tan amargo.
En el fondo
siempre creí que me iba a librar
pero aquí estoy
a punto de la deshonra.





Pretenderéis forzar la última palabra
y sin ella
os dejaré marchar.