martes, 21 de mayo de 2013

El dragón amarillo

Huyendo de la zona de confort
irrumpe en el Valencia Caballo
a falta de una ecografía.
El murmullo de la prisa
revolotea en su espalda.
Las nubes de evolución
le señalan el camino
hasta una sociedad de tetra-brick
completamente aplastada.
Camina hasta un campo de ácidos
y viaja hasta Colima, Veracruz
Michoacán y Chiapas.
Abre una maleta
y calcula toneladas.
Decidió comerse el mundo
y se vomita las ganas
encima de la corbata.
Un dolor abdominal
le precipita a pensar
que no volverá a montar
en los rodeos terrenales.
Se plantea el precipicio.
No cesará la mancha.
La zona de pánico.
El área contaminada.
La difusión de los daños
hasta el núcleo de los siglos.
Algo que se extiende
a lo largo de la hectárea.
Tendrá que convivir con ello
o morir sin combatirlo.
Lo que no era tan normal
se empieza a normalizar
en una terrible plaga.
Es el dragón amarillo.

sábado, 4 de mayo de 2013

Es hora de hablar

Es hora de hablar
de la quimera de otra vida
de lo que no supimos expresar
del trapecio que ante la nada oscila
de tragedias y triunfos
que duran un segundo
de alterar el destino
y de la fábrica de hielo del olvido.

Es hora de hablar
de las cosas rotas que no puedo arreglar
de que este humor no tiene que ver contigo
que hace tiempo que nada acabar consigo
que la fama es el opio del triunfador
y más vale suerte que talento
y me basta este momento
como una revelación.

Es hora de hablar
de las voces de los hombres y su engaño
de la verdad como forma de violencia
del dolor y de la inocencia
del infinito entre tus brazos
y de los límites de mi cuerpo
y el regateo de mi ficción
pura ficción.

Es hora de hablar
de la culpa y la madre del castigo
de hacerse viejo entre tus enemigos
del lento proceso de derrumbe
y que nunca hablamos de lo que hay que hablar
de secuencias de presagios que se cumplen
y que quiero hacer muchas cosas por ti
las más posibles, las más posibles...

Es hora de hablar
de la quimera de otra vida.




                ¿Quién teme a Virginia Woolf? 1966. Mike Nichols