y
sonaba “Everybody’s talkin”
en
la radio.
Era
un amanecer radiante,
de
esos bellos trasluces
con
ácaros pulverizando el aire.
Soñé
una casa de campo
sin
espejos.
Yo
estaba en una cama
y
me noté tan delgado…
Soñé
como se sueñan los sueños,
algo
difuminado.
Un
ventanal abierto,
la
rama de un árbol rozando mi frente.
Y
seguía sonando “Everybody’s talkin”
en
la radio.
Soñé
un pajarillo posado
sobre
el paisaje de un cuadro
en
un trazo perfecto
de
la naturaleza en lo inerte.
Soñé
que ya era abril
y
había vomitado
toda
la bilis negra acumulada de marzo.
Y
de todas esas gentes.
Y
por todos esos ratos.
Ese
pasado viscoso
con
todas sus horas muertas.
El
alma fuera del cuerpo.
Un
merecido descanso.
Soñé
que ya era feliz
y
todo había terminado.
De
fondo, la radio seguía sonando
en
ese dulce rumor
como
si fuera un regalo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario